viernes, 24 de julio de 2009

10=EQM

No nos llamemos a engaño. Si usted dedica tres minutos a este escrito, no son tres minutos de su tiempo, son tres minutos de su vida, o de su existencia. Por lo tanto puede perderlos en esto, ante el semáforo, o en la interminable caravana de coches un fin de semana. O por desgracia para usted ante un televisor; jugando al tute o criticando al sursuncorda. Piénselo bien, siga leyendo o abandone ahora, porque el tema puede herir su sensibilidad por inmoral e irreverente; por ser crudo y falto de respeto con la vida o estructura molecular.
En fin, juzgue por si mismo. ¿Sigue usted ahí? Si es así medite sobre el duro contenido de una teórica ciencia ¿ficción?
¿Es el cuerpo humano algo más que un grupo de diez elementos químicos, otros principios inmediatos y un sesenta y dos por ciento de agua? No, no señor, solo eso. Que piense, sienta y vea es otra cuestión. ¿Lo de caminar? ¡También caminan los cangrejos! Por lo tanto definámonos como 10=E.Q.M.. O lo que es igual: “Diez elementos químicos de masa”.
Gracias a la división celular nuestras uñas en setenta años, habrán crecido y muerto como unos diecisiete metros y pesarían por lo menos ocho kilos. El pelo y la barba, es posible que a lo largo de nuestra existencia hubiera alcanzado los treinta. El menstruo es variable, no es ponderable. La piel, si es cierto que es regenerada cada diez años, nos da un peso de unos cincuenta. Así que sumando la pérdida de tejido que un día tuvo vida, perdimos casi noventa kilos. Y como a mí siempre me llamó la atención la naturalidad con que cerceno esa parte conca de mis dedos; veo como el barbero rapa o corta mi pelo, (el que no se cae) y mi piel se escama, sin ningún traumatismo; me pregunto: ¿por qué la muerte natural o accidental, se convierte en una tragedia , si a lo largo de la vida, perdemos muchos más kilos y no pasa nada?.
Pero no es lo que me preocupa, de esa división celular, que cuando no es anómala, nos mantiene vivos; sin embargo, si degenera da lugar a esos horribles tumores que acaban con el organismo. ¿No será acaso que las células, en su condición natural de reproducirse, tratan de adaptarse al medio en que viven? ¿Qué precisamente esa masa orgánica, en una continua evolución pretende crear otra forma de vida?. El hombre, lógicamente, trata de conservar la salud, y para ello con todos los medios de que dispone arremete contra el mal. Algunos médicos y oncólogos mantienen una batalla para vencer el cáncer. El oncogen es perseguido, bombardeado con todo tipo de radiación. La radioterapia y la farmacología atacan fuertemente a ese gen celular, pero sin embargo parece ser que muta y aparece una nueva forma de tumor. Es como la combinación de una caja fuerte; el ladrón siempre da con la forma de abrir. Sabemos que el oxígeno es fuente de vida, pero para muchos organismos microscópicos es letal ¿No es posible que ese oncogén esté buscando desarrollarse en un medio contaminado? ¿Qué en la noche de los tiempos, durante millones de años, la mutación no sea tal, sino evolución?. En el cosmos, parece ser que prima el caos y a través de éste hay vida. ¿Qué ocurriría si un tumor se aísla, se le coloca en un medio acuoso y salino, como por ejemplo agua de mar contaminada; se le aplica linfa leucémica enriquecida con las sustancias nutritivas procedentes de alimentos cancerígenos y para que respire o se oxigene parcialmente , le administramos aire contaminado por los vehículos de motor, o de cualquier fábrica o central térmica?. ¿Por qué no considerar, que a este paso, la vida biológica, después del caos que reina en el planeta, solo será ese tumor que está adaptándose a un ambiente enrarecido por el propio ser humano?. ¿No es también, posible que al igual que bacterias primigenias sobreviva a una explosión nuclear, que asole el planeta?.
Si en vez de ferreiro, fuera oncólogo, trataría de averiguar si ese ser celular, que mientras está en el cuerpo tiene alma espiritual, -según ciertas creencias- no serán los habitantes de la próxima era.
La ciencia-ficción puede ser cruda cuando es real ¿Quién nos dice que no estamos haciendo un bien a los futuros seres contaminando todo lo que podamos este hermoso planeta?
Por lo tanto:
¡Abajo el Protocolo de Kyoto y todos los que lo pregonan y no creen en él!, porque nadie va a tomar medidas para evitar la contaminación. Los 10 elementos químicos de masa (10 E.Q.M.) son esclavos del dinero; aunque tengan extremidades, ojos, nariz, y boca … y es posible que hasta piensen y se crean inmortales.
Cierto impulso peristáltico de mi estómago me dice que comí en demasía. No lo siento …..lo percibo. ¿O es acaso que mi estómago reacciona ante lo que tengo que ver?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario